Exigen parar la comercialización de aves exóticas
Habitantes de Felipe Carrillo Puerto y del ejido X-Maben, solicitarán a la Profepa una mayor presencia para evitar que se siga realizando esta actividad.
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q.Roo.-Ante la sustracción de aves exóticas de que está siendo objeto el macizo forestal en el centro del estado, habitantes de la cabecera municipal y el ejido X-Maben y Anexos se pronunciaron por solicitar a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), una mayor presencia no solo sobre carreteras federales sino en caminos y veredas vecinales que son las rutas por las que se transportan generalmente la especies saqueadas a la selva.
Ponciano Martín Esquivel, integrante de la agrupación Carrilloportenses Unidos por el Desarrollo, explicó que son varias ya las ocasiones en que grupos de personas son detectadas comercializando aves exóticas como el tucán o los pericos que en otros años abundaban en la región y que poco a poco se han ido diezmando por la caza furtiva de que son objeto y el saqueo de nidos en temporada de reproducción.
“En Felipe Carrillo Puerto contamos con una amplia zona forestal rica en especies, pero si alguno de nosotros camina por alguna de las veredas no es raro encontrar personas con varias jaulas que colocan como trampas para atrapar cardenales, pericos, chupaflores, petirrojos y muchas aves más con el objeto de comercializarlas, no hay aquí una instancia oficial a la que se puedan denunciar y verdaderamente no somos la autoridad indicada para retener ese tipo de gente que a veces por sentirse amenazada puede llegar a herir a alguien”, explicó.
En el ejido de X-Maben y anexos, los ejidatarios indicaron que cuentan con una superficie que tiene bellas lagunas y exuberante vegetación, pero al igual que en Felipe Carrillo Puerto, el problema es la sustracción de las especies para comercializarlas de manera ilegal, afectando el equilibrio de los ecosistemas.
Juan Alberto Canul Ucán, ejidatario del poblado explicó que principalmente en este mes de mayo, son varias personas la que caen en estas acciones; "lamentablemente a veces resulta que son ejidatarios, los que internan en la selva para buscar en los árboles altos los nidos de los cotorros que son bajados cuando acaban de brotar del cascarón y llevados a las casas en donde se les alimenta con atole para que una vez emplumados sean puestos a la venta, eso ya no lo podemos seguir permitiendo y estamos trabajando en el ejido para vigilar que quienes se dediquen a esa actividad cambien su modo de vida o serán puestos a disposición de las autoridades”, concluyó.