Combaten captura furtiva de cotorras en parque Humboldt
Guantánamo, 17 (AIN) Un combate contra la caza furtiva de la Cotorra cubana desarrollan en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt (PNAH), sitio Patrimonio Mundial de la Naturaleza, distante más de mil kilómetros al Este de La Habana.
Hailer María Pérez Trejo, especialista de la guantanamera Unidad Presupuestada de Servicios Ambientales (UPSA), explicó hoy a la AIN que participan en la tarea los especialistas de esa área protegida, el Cuerpo de Guardabosques y la población de las comunidades contiguas.
Aclaró que se lleva a cabo un monitoreo de la científicamente denominada Amazona leucocephala, cuyo hábitat comprende la península de Guanahacabibes, los macizos Nipe-Sagua-Baracoa (al cual pertenece el Humboldt), Sierra Maestra, Isla de la Juventud, y las cordilleras de Guamuhaya y de los Órganos.
Esa investigación se propone determinar la época de reproducción, riesgos a que está expuesta la especie –conocida también como Perico-, cuáles animales la depredan, y la época en que se reproduce, aclaró Pérez Trejo.
El monitoreo que se lleva a cabo abarca además de otras aves valiosas (en peligro por la caza y tala furtivas), a mamíferos como el Almiquí (Solenedon cubanus), fósil viviente de la fauna antillana.
También la iniciativa protege a 23 especies locales de moluscos, medio centenar de tipos de orquídeas, y formaciones vegetales de gran valor económico y ambiental, y los bosques húmedos enclavados en la cuenca del río Toa.
Cuba integra la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Fauna y la Flora Silvestres (CITES), el Protocolo relativo a las Áreas, y la Flora y la Fauna Silvestres Especialmente Protegidas de la Región del Gran Caribe (SPAW).
La Isla es signataria además del Convenio para la Protección y Desarrollo del Medio Marino de la Región del Gran Caribe, y la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres.
En virtud de esas obligaciones, el país cuenta con instrumentos para cumplir esas obligaciones, entre ellos la Resolución 160-211 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente: Regulaciones para el control y la protección de especies de especial significación para la diversidad biológica.
Mediante ese decreto quedan sujetas a control, la caza, captura, colecta, reproducción, cría, tala, transporte, comercio, y cualquier otra forma de utilización, actividad de manejo o aprovechamiento de las mencionadas especies.